lunes, 23 de junio de 2014

Las cuatro estaciones...

Y no las de Vivaldi...

 Desvaneciendo suposiciones...
Seguro que piensan que andamos por Bogotá en short y camisetas, en sandalias y bañandonos en piscina. Eso es lo que me gustaría, pero en esta ciudad el clima diario es muy cambiante, y cuando hace frío hace un frío del demonio. 

Bogotá se encuentra a 2640m, y el clima aquí se llama "sabana tropical", y si nos referimos a pisos climáticos sería el Piso Montano o Tierra fría, que abarca desde los 2000 m y llega hasta los 3000m. Las medias acusan diferencias entre 11° y 16°C. Además, según lo que leí, la temporada de lluvias es entre abril y mayo y septiembre y noviembre; y la seca entre diciembre y febrero y julio y agosto. Aquí llevamos 4 día lloviendo... sin parar!


A estos datos, tenemos que sumarle las cuatro estaciones diarias. Ahí va, una breve descripción de lo que meto en mi bolso cada vez que salgo a la calle: gafas de sol, protector solar, campera, chalina y paraguas (o sombrilla como le dicen aquí). Además, claro, de libreta, celular, cámara de fotos, bolígrafo, agua...y para qué tantas cosas, se preguntarán. No, no me he vuelto loca. Lo que pasa es que aquí, en un mismo día hace sol y te achicharras, llueve y cinco minutos después te congelás. Así que más te vale salir a la calle bien preparado.


El otro día, sin ir más lejos, cuando salí en bici hacia la clase de dibujo, estaba garuando y tuve que volver a buscar una impermeable. A los 20 minutos salió el sol, y si me descuido, me abraso. Media hora después comenzó a diluviar (para mi fortuna, ya estaba bajo techo). Al poco dejó de llover y empezó a hacer frío....y así, a diario!



¿Dónde estás calefacción?
Asimismo, hay un curioso misterio que aún no logro descifrar: por qué la gente a pesar del frío no tiene calefacción en su casa, teniendo en cuenta que en Colombia el 10% de la población vive por encima de los 2000 m de altura, serían algo así como 12 millones de personas.... y ahora estoy yo, entre esos millones de friolentos. 



He preguntado varias veces y nadie sabe responderme, por lo que he llegado a la conclusión de que es un tema cultural: generación tras generación los bogotanos se han acostumbrado a pasar frío en sus casas y ya está. 


Es así que en Bogotá suenan a diario las 4 estaciones porque pasamos de la primavera al verano, del verano al otoño y del otoño al invierno en un mismo día y sin descomprensión...ni calefacción!!!!


Mientras me acostumbro a este vaivén climatológico, me quedo con una frase que leí por ahí y me encantó: "Aventurarse el tiempo a predecir es exponerse a mentir".  
El otro día, sin ir más lejos, cuando bajé de casa estaba lloviendo a mares y tuve que volver a subir a coger un paragüas. A la media hora salió el sol y si me descuido, me abraso. Media hora después se puso otra vez a diluviar. Al poco dejó de llover pero empezó a hacer frío, así que bufanda al canto. Y así, a diario. En Bogotá pasamos de la primavera al verano, del verano al otoño y del otoño al invierno en un mismo día y sin descomprensión. - See more at: http://colombiadeuna.com/las-cuatro-estaciones-y-no-las-de-vivaldi/#sthash.OhslRvSd.dpuf

martes, 17 de junio de 2014

Fiebre mundialista...



Ya sonó el silbato inicial, la pelota comenzó a rodar dando origen a la epidemia...y uno cae en la cuenta de que padece, esta enfermedad asintomática que afecta, cada 4 años y durante 1 mes, a gran parte de la población.

Se trata del fervor mundialista, que nada tiene que ver con el mosquito Aedes, pero obnubila los sentidos, y del que resulta casi imposible escapar y renunciar a la fiesta. Esa fiesta, donde todos salimos a alentar a un equipo del que ingenuamente nos sentimos parte. 




Pantallas generosas al aire libre

En el recién remodelado Parque público de la 93, y siendo uno de los íconos más representativos de la ciudad; proyectan en pantallas gigantes, las transmisiones en vivo de los partidos del Mundial. Allí, encontrás a disposición, cómodos pufs con forma de balón,  para que el público pueda estirarse panchamente cual living de su casa. Y en el partido inaugural, miles de colombianos se congregaron espontáneamente para ser parte de este evento. 



No tratemos de entender a la ilusión porque es mucho más potente que cualquier lógica posible. Si aquí, hasta las mascotas tienen su protagonismo. 




...Y el sentimiento es tan intenso, que se ha diversificado a las artes...


Fútbol y arte en un mismo lugar
Desde el 7 de Junio, se encuentra abierta la Exposición “Esta noche no me esperes en la casa", esta anticipatoria frase del locutor deportivo William Vinasco, quién también prestó su imagen para promocionar la muestra que rinde tributo al fútbol y a la pasión que este deporte genera. 

Entre las curiosidades, podés encontrar futbolines donde se enfrentan las estatuas en piedra de Botero contra el equipo de Bart Simpson, en la cual colaboró el escultor pop colombiano Nadin Ospina. También, hay camisetas históricas prestadas por la Federación Colombiana de Fútbol.....diversas fotografías como la de Asprilla o el asesinado Andrés Escobar.....Y otros creadores intervenieron  bolillos que aluden al ex técnico de la selección colombiana "Bolillo" Gómez, quién en el año 2011 golpeó a una mujer fuera de un bar y en plena calle, por haberle cuestionado los resultados del equipo que comandaba. 



Y de algún modo, Argentina estuvo presente en la muestra...


Casa Cano es un refugio...
Así lo sentí, apenas toqué el timbre de entrada. La muestra se realiza allí, la cual nació como una alternativa más accesible para los artistas independientes que buscan una oportunidad en el mundo del arte; con la finalidad de promoverlo sin ánimos de lucro. Además, de ser un espacio muy ameno, podés llegar en bicicleta como lo hice yo, e instalarla en su rincón "bike friendly". Y si de paso, te gusta merodear por los alrededores, vas a descubrir que se encuentra en un barrio estilo inglés, arbolado e ideal para tomarse unos mates en la sombra y dejarse llevar...


Dónde y cuándo: Desde el 7 de Junio en Casa Cano (Carrera 7 #69-45). De Lunes a Viernes de 10 a 17hs. Sábados de 10 a 13hs. Entrada libre y gratuita.   


Dicen que el fútbol es infantil y que es un espactáculo demasiado simple (22 hombres detrás de un balón), que verlo no entraña ningún esfuerzo mental, y quizás tengan razón, pero qué bueno divertirse como niños este mes, crear algunos héros, alegrarse por las victorias, sufrir un poco y disfrutar lo bello de la destreza humana.  


¡Que gane el mejor!

lunes, 9 de junio de 2014

FORTUNA fue atestiguarte...

Hace un par de días alguien me recomendó la muestra "Fortuna"  de William Kentridge y la tildó de IMPERDIBLE...y que decirles que me picó la curiosidad de saber de quien se trataba y por qué afirmaba tal diagnóstico.

Hacia el Museo del Banco de la República me dirigí para constatar lo dicho. El museo está ubicado en la intersección de la Carrera 4 y la calle 11, y en sus instalaciones aloja al Museo Botero y al Museo Numismático, conformando así, un rincón cultural. 

El museo es bellísimo, tiene una arquitectura tipo "caja blanca", con fachada neutra y sencilla donde se aboga por la sustentabilidad.







Fortuna es una selección de 100 obras y es una semblanza de 25 años de trabajo artístico. 



Sus metamorfosis lo distinguen....

 William Kentridge nació en Johannesburgo en el año 1955. Situémonos un poco en el contexto de Sudáfrica por aquellos años, donde se impusieron modelos de segregación racial por parte de extremistas del Nacionalismo afrikaner, quienes ya habían sancionado leyes que limitaban los derechos civiles de los negros que, paradójicamente, constituían la población mayoritaria.
 Los afríkaners consolidaron el Partido Nacional que llegó al poder en 1948, instaurando con el tiempo el apartheid.



Es justamente en este contexto, en el que nació el niño William.  Fue testigo del régimen establecido y creció en un hogar donde se debatía la legitimidad ética y política del régimen. Su familia, como la mayoría de los judíos sudafricanos, había emigrado desde Lituania. Sus padres, abogados activos entonces, trabajaban defendiendo los derechos civiles de las poblaciones oprimidas, lo que incidió de manera decisiva en la forma como Kentridge se relacionaría con las fricciones sociales de su tiempo.

"Fortuna sugiere también una celebración de la excentricidad que no es adversa al compromiso político". (Lilian Tone, curadora).


Tempranamente tuvo un acercamiento al dibujo, que lo llevaría a estudiar arte después de obtener su grado en Política y Estudios Africanos. En 1989, realizó Johannesburgo, 2a ciudad más grandiosa después de París, una animación  tipo "stop-motion" y producida a partir de dibujos en carboncillo.  


Volviendo a la muestra, uno puede atestiguar esos dibujos hechos en carboncillos, esculturas y animaciones, en las que aborda temas locales con una fuerte carga política y que al mismo tiempo, son poéticas y evocativas. Y es que  sus obras no sólo se refiere a un momento histórico, también a una búsqueda personal que le permitió ver que hay múltiples formas para entender el mundo. 



Su metamorfosis y las inherentes características de sus animaciones relacionadas con su elaboración y producción un tanto "primitivas", así como el sentido con el proceso de transformación que sufre el dibujo mientras es filmado lo destacan universalmente. 

Inicialmente, realiza un único dibujo sobre el que efectúa los cambios necesarios para dar vida a la secuencia. Es decir, deja siempre las huellas de los trazos borrados considerados como una alusión al paso del tiempo y a la vulnerabilidad de la memoria. Tal es así, que "remover y borrar" se convirtieron en elementos fundamentales en el proceso de su obra.



Estas particulares formas de trabajar se pueden visualizar en obras multimedias como UBU cuenta la verdad (1997) o Procesión de sombras (1999).

 Ésta última, llama mucho la atención por el uso de marionetas negras que caminan incesantemente sobre un fondo blanco, proyectando figuras apenas reconocibles, construidas a partir de papel rasgado.



Asimismo, en el segundo piso del museo, recrearon su "taller" con obras que materializan sus estudios sobre la percepción visual, las imágenes estereoscópicas, la óptica y en cómo nos hacemos conscientes del proceso de ver...
...Y Kentridge si que ha visto, porque tuvo la genialidad de convertir materiales de uso cotidianos, incluso encontrados en la calle como cartón, cadenas, trípode, resortes, cables de acero, maderas y hasta rueda de bicicleta, y a partir de estos "desechos" construyó ricas obras. 




Si bien su trabajo se refiere a un tema local, tiene un carácter universal, que le ha permitido presentarse en espacios como la Tate Modern (Londres), la Pinacoteca de San Pablo (Brasil) o el MOMA de Nueva York.  

Esa es la Fortuna de Kentridge, unir fragmentos de recuerdos y memorias de una manera conmovedora y universal.

   
Tip: de obsequio te entregan 3 postales para regalar a tus seres queridos y un Idea+Imágenes para que realices tu propia obra y la compartas con tus amigos. 


La muestra se desarrolla hasta el 7 de Julio, la entrada es Libre y gratuita


Qué más podés pedir? Para no perdérsela!

Pd:  Horarios: Los museos están abiertos de lunes a sábado de 9:00 a.m. a 7:00 p.m. Último ingreso de público 6:30 p.m. Cerrados los martes.
Domingos y festivos de 10:00 a.m. a 5:00 p.m. Último ingreso de público 4:30 p.m.


martes, 3 de junio de 2014

Billete literario...



En Colombia se utiliza como moneda el Peso Colombiano, comúnmente llamado peso. Un dólar equivale a alrededor de 2000 pesos colombianos. Para la economía doméstica, con 2000 pesos podrías comprar 1 litro de leche, aunque si uno desea tomarse un rico café con leche, necesitaría por lo menos 3800 pesos.

Pero hoy particularmente vamos a hablar del billete de 50000, que fue el que más me llamó la atención cuando lo tuve en mis manos. No por su valor monetario, sino por las palabras y la ilustración que lleva impreso, dicen así:


 “Una tarde, tarde como las de mi país, engalanada con nubes de color violeta y campos de oro pálido, bella como María, bella y transitoria como fue ésta para mí, mi hermana y yo, sentados sobre la ancha piedra de la pendiente, desde donde veíamos a la derecha en la honda vega rodar las corrientes bulliciosas del río, teniendo a nuestros pies el valle majestuoso y callado, leía yo el episodio de Atala".



Desde la primera vez que lo leí, quise saber por qué esas palabras estaban escritas en un billete de cambio común y corriente, y me encontré con una interesante historia que lo envuelve.

Descubrí que las palabras pertenecen a una obra literaria del romanticismo llamada María, considerada una de las novelas más destacadas de la literatura latinoamericana del siglo XIX.

 Su escritor fue Jorge Isaacs, un novelista y poeta de estas tierras, de familia terrateniente, y del cual se conoce poco de su niñez, pero en su poesía evoca el Valle del Cauca como el espacio idílico en el que transcurrió su infancia. 
Luchó contra las dictaduras en diferentes oportunidades, y al morir su padre, se hizo cargo de innumerables deudas contraídas durante las guerras. Por esas causalidades de la vida, sus desventuras económicas lo llevaron a Bogotá, donde hizo eco su actividad literaria.


Actualmente, una de las haciendas de su familia “El Paraíso” declarada Monumento Nacional en 1959, y convertida en Casa Museo, es considerada el lugar más romántico del país. Allí, se puede disfrutar de una visita guiada y lo curioso, es que durante el paseo se mencionan fragmentos de la obra. Está ubicada a 30km de la ciudad de Cali, y resulta ser muy significativa, ya que fue la única que pudo conservar de la herencia familiar. 


Ahora bien, su única novela María, narra la historia de un amor trágico entre ésta y su primo Efrain, en el valle del Cauca. La obra se destaca por el sentimiento con el paisaje y la calidad de su prosa. Se publicó en 1867, y tuvo un éxito inmediato. 


Y resultó tan dilatado su éxito, que la misma se tradujo a 31 idiomas e  incluso inspiró películas y hasta una ópera. 


Aquí les comparto el tráiler del film producido y dirigido por el mexicano Fernando Allende.




Y ahora, cada vez que veo un billete, rememoro al amor entre María y Efrain; y los reveces de la vida de Isaacs; y entiendo que ya no se trata sólo de una ilustración sino del poder de transformar nuestra realidad, de renacer a pesar de todo y de convivir con el misterio de la vida y el amor…. 
Y cuanto más descubrimos, más entendemos que la realidad no es más comprensible, sino más misteriosa.